Lo bueno del carnaval de Gualeguaychú es que a la chica que te gustó en la comparsa, te la podés encontrar al día siguiente atendiendo las pizzería de la vuelta.
El fin de semana fuimos a uno de los corsos porteños. Nos comimos un chori, tiramos espuma, pero ya no es lo mismo...Esta vez está a 4 cuadras de casa...¡Qué tristeza!
A veces podemos ser muy adolescentes. ¡Feliz San Valentín! y recuerden, no le den de comer a las multinacionales del juguete ni a las fábricas de chocolates. No al menos por un festejo tan marquetinero.