viernes, 2 de enero de 2009

Quitapenas y las águilas

Los polluelos del águila tienen que pasar por una prueba para ser considerados legítimos.
Cuando aún no tienen plumas, su madre los expone de frente a los rayos del sol, si alguno parpadea, lo arroja del nido y lo hecha del hogar, pero si se mantiene inmovil afrontando el fulgor, ya no se sospecha de su estirpe y es aceptado como descendiente legítimo.
A veces, lamentablemente, no llegamos a atajar  a todos...

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